sábado, 13 de marzo de 2010

La Ley de Lenguas: ¿Ahora qué?

Cuando la Ley de Lenguas estaba en trámite en las Cortes, IU del Altoaragón acudió a las comarcas en las que se habla una lengua propia. Estuvimos en el Alto Gállego, en la Jacetania, en Sobrarbe, en Ribagorza y en la Litera; sólo quedó por visitar el Bajo Cinca. Fuimos con la convicción de que el proyecto que se presentaba era cobarde y que no era la solución para garantizar el futuro de las lenguas propias de Aragón, especialmente del aragonés, cuyo estado es agónico. La respuesta en cada comarca fue distinta y las reacciones también, pero en todas dejamos claro qué queríamos modificar del proyecto de ley, tal como pudieron comprobar los numerosos asistentes que nos acompañaron en Aínsa y así lo demuestran las cuestiones que nos plantearon. Adolfo Barrena y Ánchel Conte dejaron patente que IU defendía, entre otras enmiendas, dos de gran calado: la cooficialidad de las lenguas propias en las comarcas en que se hablan, y en las mismas, el estudio obligatorio; sin entrar en detalles, pero exponiendo que era necesaria una implantación de la enseñanza gradual y progresiva; ya se encargaría de desarrollar la ley y su aplicación el órgano administrativo que se iba a crear para ello, cuya categoría no recogía el proyecto, ni la ley aprobada, pero que nosotros pensamos que ha de ser una Dirección General de Política Lingüística.

Pensábamos –seguimos creyendo en la unión de las fuerzas progresistas- que el PSOE no iba a aceptar nuestras enmiendas, pero que CHA, que inicialmente iba mucho más allá que nosotros, renunciaría a sus exigencias que parecían a todas luces inaceptables (por ejemplo la cooficialidad del catalán y del aragonés en las tres capitales de provincia) y que se sumaría a nuestras enmiendas, mucho más “modestas” pero más ajustadas a la realidad. Pues bien, como ya es habitual, CHA se descabalgó de su posición maximalista pero no para unirse a nosotros, sino para aceptar el proyecto socialista con incorporaciones de la propia CHA y del PAR que aún lo hacen peor: por ejemplo la creación de la Academia del Catalán en Aragón (¿por qué no la del castellano, si ambas lenguas ya tienen su correspondiente autoridad científica?) o que los ayuntamientos puedan definir qué lengua hablan, como si eso dependiera de la voluntad de cada concejo, lo que puede provocar situaciones peculiares cuando se intente aplicar la ley.

Seguimos opinando que la ley que se aprobó no es la que necesitan las lenguas propias de Aragón. Y que no se diga, como defendía el PSOE, que la cooficialidad era imposible. No es cierto: la Ley de Patrimonio, anterior a la reforma del Estatuto, abría la puerta a la cooficialidad y a la enseñanza obligatoria, por eso en el proyecto de ley se eliminaba el punto de la Ley de Patrimonio que lo permitía. También nosotros explicamos con claridad la trampa que encerraba el proyecto de Ley de Lenguas que decía, como así ha sido, que una vez aprobada la Ley de Lenguas quedaba abolido el punto al que hacemos referencia de la Ley de Patrimonio.

Se dice también por parte de los nacionalistas que se renunció a la cooficialidad y a la enseñanza obligatoria para que la ley pudiera salir, porque el PSOE no lo iba a apoyar bajo ningún concepto. También ahí nos equivocamos en lo que iba a hacer CHA: creíamos que, si nos uníamos, el PSOE no tendría más remedio que ceder o aprobar la ley sólo con sus votos, cosa que era posible con la abstención de ambos grupos parlamentarios. Es de creer que el partido mayoritario del Gobierno no podía hacer el ridículo de retirar el proyecto de ley ni de aprobarlo sólo con sus votos. Con la unión de CHA e IU es seguro que la ley hubiera sido otra. No es responsabilidad nuestra, pues, una ley que acataremos, pero que combatiremos no sólo para que se aplique debidamente, sino también para mejorarla, convencidos como estamos de que una lengua que no es oficial y que no es de estudio obligatorio acaba muriendo. Quizás no sea el caso del catalán de Aragón porque existe el referente de Cataluña, hay televisión, radio, periódicos, cine… y además el catalán abre puertas en Cataluña para estudiar o trabajar. Pero el aragonés, ¿qué tiene el aragonés? Está en trance de desaparición, todo está por hacer, ¿qué puertas abre? En estos momentos ya puede estudiarse aragonés en donde hay demanda –fuera de horario escolar y sin ser curricular, es verdad-, ¿y saben cuántos estudiantes lo cursan en el Instituto de Aínsa? ¿Lo saben? Pues un solo alumno. Compárenlo con lo que pasa en Fraga o Valderrobres. ¿De verdad creen que la Ley de Lenguas va a cambiar esa realidad?

IU está a la espera de la constitución del Consejo Superior de las Lenguas de Aragón, cuyo papel va a ser fundamental para el futuro de nuestras lenguas. Esperamos que los miembros que lo integren lo sean por su capacidad científica y por su conocimiento de la realidad lingüística y no por intereses partidistas, porque de ellos va a depender la creación de las Academias del aragonés y del catalán y otros aspectos trascendentales en el desarrollo de la ley. La forma de elección, con la que tampoco IU estaba ni está de acuerdo, puede dar el control del organismo al Gobierno, ya que cinco miembros los elige el propio Gobierno, cinco las Cortes y cinco la Universidad. Si se echan cuentas no resulta difícil percatarse de que quienes aprobaron la ley pueden tener mayoría absoluta. Pero, sinceramente, queremos mantener la esperanza de que impere el sentido común y los criterios científicos.

Una vez constituido el Consejo Superior de las Lenguas de Aragón y elegidos los miembros de las Academias será el momento de ver por dónde van los tiros, será la hora de obrar en consecuencia para que esa ley de mínimos se cumpla de manera rigurosa. No es nuestra ley, ya lo hemos dicho, pero no vamos a permitir que no se cumpla a rajatabla, especialmente en aquellos puntos que nos parecen fundamentales: la enseñanza, el uso en la vida pública, en el ámbito político, en los medios de comunicación y en los estudios universitarios, de los que dependerá en gran medida el futuro de especialistas y docentes de nuestras lenguas.


Asamblea Comarcal de IU-Sobrarbe

No hay comentarios:

Publicar un comentario